viernes, 12 de septiembre de 2008

Para una tarde con sabor a ti



ARAB TI

Tener a mano:
-Pava
- Agua
- Té en hebras
- Salvia Fresca
- Azucar blanca
- Vasitos de vidrio (mínimo tres)
- Gas en el tanque

En una pava o pavita de esas que siempre se encuentran en las cocinas occidentales, orientales o parietales, ponemos a hervir agua. Puede ser de la canilla, grifo, garrafa o garrafón. Le ponemos al agua dos cucharadas soperas de azucar blanca y a fuego medio. Cuando entra en estado de ebullición, depende la altitud o longitud a la que nos encontremos, le agregamos unas hojitas de salvia en estado natural; salvia fresca. Luego agregamos el té normal, té de té pero en hebras. Dependiendo de la intensidad (calidad) del mismo puede ser un puñadito. O dos. Lo dejamos hervir unos segundos más y luego reposar un rato. Lo importante es que no nos quede muy fuerte, ni de gusto ni de color. Se sirve en vasitos de vidrio sin manija por los que los deditos tal vez duelan la primera vez.
Es ideal para compartir con amigos argelinos en un domingo meláncolico.
Y sino cuando sea y con quien sea, siempre es lindo una tarde con sabor a ti.

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